
Precampaña
Por Julián Miranda Sanz
S
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ÓLO
basta leer los periódicos, oír las emisoras de radio o ver los telediarios para
darse cuenta de que los políticos están en plena precampaña electoral, aunque
falten casi dos años para su celebración. Por ello, cada día son más frecuentes
las promesas, los buenos augurios y las frases más ingeniosas que pueden decirse
en estos casos.
Como si se tratara de artistas que ofrecen un concierto
apoyados por otros colegas de renombre para que el evento resulte mucho más
espectacular, así algunos miembros del Gobierno aparecen en los medios
acompañados de ciertos componentes de organismos europeos para que las frases
que han pronunciado días anteriores tengan más credibilidad en la opinión
pública.
Sin embargo, mientras el artista y su colega entusiasman y
enfervorizan a sus admiradores en el concierto, los políticos de turno con sus
actuaciones no levantan el ánimo a nadie por muy europeo que sea el telonero
que pongan en el escenario de los sueños electorales porque, en ocasiones,
puede que más que ayuda establezca más confusión entre el electorado.
Es el caso del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que asegura que España ha empezado a
«pasar página» y ha entrado en el camino de la recuperación al mismo tiempo que
destaca y valora positivamente las medidas que el Ejecutivo ha tomado para
hacer frente a la crisis. Para que nos entendamos, que vamos por el buen camino
y que lo pasado, pasado está.
Y ahora viene la confusión. En uno de esos desayunos que se
organizan para estos «artistas» de las palabras y las frases que sientan
cátedra, el presidente del Eurogrupo, entre cruasán y cruasán nos dice que no
basta con las medidas que el Gobierno está llevando a cabo, sino que tiene que
hacer más reformas laborales y que los españoles tenemos que trabajar más.
Las opiniones de estos «teloneros» dependen del estado de
ánimo con el que se levantan cada mañana, y por eso sueltan lo que les parece
en cada momento. Entonces es cuando interviene el artista principal para
reconducirle nuevamente a su mismo tono y no desafine. De ahí que tras el
recadito que Luis de Guindos diera a Jeroen Dijsselbloem durante el desayuno,
éste dijera que él, si tuviera dinero, también invertiría en España como lo ha hecho
Bill Gates, ya que es una magnífica
apuesta. De Guindos suspiró. Y yo comento: «Menos mal que en España sólo se
toma café, leche y zumo en los desayunos y el resto de bebidas las dejamos para
el aperitivo y el almuerzo», porque hay que ver la de cosas que se oyen en
estas reuniones.
Y hablando de reuniones y
desayunos, tenemos otra actuación estelar del presidente de la Comunidad de
Madrid, Ignacio González, que anuncia una bajada de impuestos en el IRPF, transmisiones
e hidrocarburos en la comunidad que preside. Dicho así suena muy fría la
noticia; por eso, había que darle más ritmo, y entonces Ignacio González, como
solista que quiere enloquecer a los que han asistido al concierto (desayuno) suelta
la siguiente arenga: «Será
la mayor rebaja de impuestos aprobada
por una comunidad autónoma en la historia de la democracia española».
Los asistentes enloquecen, vociferan y aplauden con vehemencia. Los que ocupan
las mesas más cercanas se acercan al intérprete, le besan, le abrazan. Otro
desayuno de locura, eso sí, sólo con zumos, café y leche como bebida.
También tenemos que destacar las actuaciones de Cristóbal
Montoro. Este artista ya no tiene suficiente con las actuaciones en desayunos,
éste se atreve a cantar en el gran teatro del Congreso delante de todas las señorías
de este país y repite una y otra vez el estribillo de sus canciones: vamos bien…,
estamos saliendo… los salarios no bajan… hasta que logre que todos nos creamos
lo que canta.
Durante esta precampaña también hacen acto de presencia
otros actores, pero éstos al ser más «obreros» que «populares» no tienen tanta
repercusión. Por una parte, porque actúan en plazas más pequeñas y de
provincias, y, por otra, porque dentro del grupo existe una gran lucha por
alcanzar el liderazgo del conjunto. Estas dos cuestiones limitan mucho el
éxito. Su principal líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusa el desgaste de los
años al frente del grupo y cada día desafina más. Por ello, han salido varios
solistas (Carme Chacón, Tomás Gómez, Óscar López) que quieren formar un nuevo
grupo competitivo que pueda dar «caña».
Hay dos grandes artistas a los que echo en falta en estos
días. Se trata de Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. ¿Alguien sabe dónde
actúan?
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