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traemos a esta columna tres artículos que publicamos hace algunos meses
advirtiendo de los errores que Del Bosque estaba cometiendo al frente del
combinado español. La eliminación de la Selección española del Mundial de
Brasil está despertando algunos voces que permanecían calladas debido a un
respeto al señor Del Bosque.
No debemos buscar culpabilidad en los jugadores
ni en la forma de jugar. El principal culpable de este ridículo hispano en
tierras brasileñas es Vicente del Bosque que no ha sabido adaptarse a los
nuevos sistemas de juego, por una parte, y que durante cuatro años ha
continuado con su política de contentar a la prensa, de mantener a unos
jugadores faltos de ilusión, y de no cambiar un sistema de juego caduco y
aburrido que el resto de selecciones y equipos han aprendido a contrarrestar.
La Federación haría muy bien si cesara a
Vicente del Bosque. Motivos los hay. La forma de quedar eliminados es
suficiente. Si como el propio
seleccionador manifestó antes de comenzar el Mundial que veía falta de ambición
en las caras de los jugadores, ¿por qué no cambió esta actitud de los
jugadores? ¿Qúe ha estado haciendo el señor Del Bosque todo este tiempo?
Creemos que ya es hora de poner a cada uno en
su sitio, incluido al señor Casillas. Quitémonos la careta de lo políticamente
correcto y digamos las cosas claras. La cortesía y la educación son virtudes
que enaltecen a una persona y esto nadie se lo niega a Vicente del Bosque, pero
el fariseísmo no conduce a ningún lugar que no sea el de la mentira y el
engaño.
Por ello, una vez más desde esta columna
denunciamos los métodos empleados por Del Bosque al frente de la Selección y
pedidos su cese como seleccionador nacional.
No se puede justificar este ridículo
amparándonos en los éxitos conseguidos. La obligación del seleccionador y de
los jugadores es continuar alcanzando éxitos deportivos para su país y no
dormirse en los laureles.
El
pasado martes se celebró el partido de fútbol entre las selecciones de
Sudáfrica y España y lo que menos importancia tiene es el resultado del mismo.
Lo que nos quedará de ese partido, aparte de la lesión de Valdés, es el hecho
que se produjo precisamente cuando se lesionó el guardameta de la selección
española.
Corría
la temporada 2001-2002 y Del Bosque, entrenador del Real Madrid por
entonces, quitó la titularidad a Casillas, que venía de ganar la Octava jugando
de titular y defendiendo más que aceptable la portería del Real Madrid,
para dársela a César Sánchez, que había fichado por el club blanco en
1999, quien fue titular hasta que en la final de la Copa de Europa el 15 de
mayo de 2002 se lesionó y tuvo que dejar su puesto a Casillas.
Desde
hace tiempo venimos mostrando nuestra disconformidad con ciertas decisiones que
toma el seleccionador nacional Vicente del Bosque y hoy tenemos que discrepar
en cuanto a la lista definitiva de jugadores de España que acudirán a Brasil
para defender su título.