Por Julián Miranda Sanz
CORRÍA LA
TEMPORADA 2001-2002 y Del Bosque,
entrenador del Real Madrid por entonces, quitó la titularidad a Casillas, que
venía de ganar la Octava jugando de titular y defendiendo más que aceptable la
portería del Real Madrid, para dársela a
César Sánchez, que había fichado por el club blanco en 1999, quien fue titular
hasta que en la final de la Copa de Europa el 15 de mayo de 2002 se lesionó y
tuvo que dejar su puesto a Casillas. Posteriormente, César sólo jugaría los partidos correspondientes a
la Copa del Rey. Fórmula que emplean los entrenadores cuando quieren estar a
bien con Dios y con el diablo.
En
aquella ocasión Del Bosque justificó la suplencia de Casillas en la baja forma que
atravesaba el portero madridista, y punto.
Desde
entonces (temporada 2001-2002) ha pasado mucho tiempo y es otra vez Vicente del Bosque el que en esta ocasión con
la disputa del partido de selecciones entre Finlandia y España (7 de septiembre
de 2013) deja en el banquillo a otro
portero en plena forma, siendo titular en su equipo y jugando todos los
partidos, léase Víctor Valdés, para dar paso a Casillas que no juega en su
equipo y que está atravesando unos momentos difíciles por todos los comentarios
que su suplencia ha desatado. A pesar de que el entorno de Casillas diga que
está bien, a Iker se le sigue viendo triste hasta en las fotos.
Por
estas acciones podemos decir que Vicente del Bosque es como el ecualizador de
nuestro equipo de música que empleamos para escuchar la música a nuestro gusto,
aunque la distribución de los sonidos graves y agudos no sea la más correcta.
En esta ocasión al gusto que más le convenía a Vicente del Bosque.
Cuando
a la finalización del partido Finlandia-España, le preguntan al seleccionador
español por qué Casillas y no Víctor Valdés, Del Bosque se nos va por los
cerros de Úbeda diciendo que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, y punto. (Declaraciones como
las que hace Mourinho, aunque con palabras diferentes, pero en el fondo
iguales.)
Efectivamente,
señor Del Bosque, el tiempo siempre actúa de juez y a veces más rápido de lo
que parece. No hace mucho tiempo usted respondía a una pregunta sobre quién iba
a la selección diciendo que al equipo nacional no acudía nadie por ser guapo,
simpático o tener ciertos galones. Pues bien, el tiempo de este
Finlandia-España empieza a ponerle a usted, señor Del Bosque, en su sitio:
Casillas juega por sus galones y para que a usted no le caigan críticas. Valdés, siendo el portero más en forma
actualmente, una vez más le deja en el banquillo y a Reina ni se le nombra. Por
cierto, señor Del Bosque, ¿no le recuerda Pepe Reina a Manolín Bueno, eterno
suplente de Gento? Este era un partido para que jugara Reina. A veces la amistad
y la diplomacia nos hacen flaquear.