En Galeradas
Televisión

Canal 9: credibilidad cero
Por Julián Miranda Sanz
E
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STA semana se ha hablado y seguirá hablándose
del anuncio del cierre de Canal 9 de la Comunidad Valenciana y, por ello, la
pérdida de 1.800 empleos directos. Manifestaciones, concentraciones, lecturas
de manifiestos por parte de los trabajadores y sindicatos del canal autonómico
valenciano para manifestar su desacuerdo con la decisión de cerrar la
televisión autonómica valenciana y decir a la opinión pública que el culpable de
este cierre es la Generalitat Valenciana con Alberto Fabra al frente.
Asimismo,
los trabajadores de este medio denuncian las múltiples manipulaciones
informativas a las que se han visto sometidos y como ejemplo de estas censuras
muestras el accidente del Metro en el que perdieron la vida 43 personas y que
Canal 9 silencio.
Siempre es lamentable la pérdida de puestos de
trabajo, y por el bien de esas 1.800 familias que se verán afectadas por el
cierre de la televisión autonómica valenciana deseo que el conflicto se
resuelva satisfactoriamente para los trabajadores.
No
obstante, desde mi punto de vista, también es lamentable que estos trabajadores
ahora que están en la calle y sin empleo ofrezcan una información veraz a los
ciudadanos. Una información que cuando estaban cobrando un sueldo callaban por
miedo a ser despedidos si no acataban las directrices de la Generalitat
Valenciana. Aunque actualmente todos los medios, más o menos, se rigen de
acuerdo a cómo le llegan los dineros, por el centro, la derecha o la izquierda,
que les mantiene a flote, si estos periodistas fueran readmitidos y volvieran a
cobrar su salario, me pregunto ¿qué credibilidad podrían ofrecer? Para mí,
ninguna. Unos redactores que callan porque cobran y hablan porque dejan de
recibir el sueldo sólo faltan, antes y ahora, a la verdad y a su deber
periodístico de informar con veracidad de lo que ocurra. Sólo les importa el
sueldo que reciben, aunque para ello tengan que ocultar la verdad, y no lo que
ahora nos quieren hacer ver.
Todos
los medios están tratando este conflicto de Canal 9 y así en el programa A
vivir que son dos días, que dirige Javier del Pino en la Cadena Ser, se emitieron
opiniones sobre el estado actual de las televisiones autonómicas y es
lamentable que Diego Carcedo, presidente de la Asociación de Periodistas
Europeos, compare el cierre de Canal 9 con el del diario Madrid.
Cómo
es posible que el presidente de la Asociación de Periodistas Europeos pueda
hacer tal comparación. Diego Carcedo ofende a aquellos redactores que defendían
y expresaban la verdad, que no cedían a la censura impuesta desde el régimen
franquista; el señor Carcedo mancha la memoria de aquellos periodistas que,
después de quedar en la calle por el cierre del rotativo, quedaron vetados para
ocupar un puesto de trabajo. No me explico cómo Diego Carcedo ha podido
manifestar tan aberrante comparación.
Estos
trabajadores de Canal 9 no les llegan ni a la suela del zapato a aquellos
profesionales auténticos del diario Madrid que defendían la verdad y tanto la
defendieron que Franco no sólo se conformó con ordenar el cierre del periódico,
sino que mando dinamitarlo para convertir la sede del rotativo a un montón de
escombros.
Tampoco
es despreciable la opinión de Javier Matesanz, otro colaborador del programa A
vivir que son dos días, sobre la TV3. Una opinión en la que el periodista nos
ofrece la cara más valiosa y bonita de esta televisión autonómica tan
deficitaria o más que otros medios autonómicos, pero no para decir que TV3
actualmente es la voz oficial y el medio del que se sirve Artur Mas para
propagar su idea independentista. Pero las deudas, chanchullos y periodismo amarillo
de este canal autonómico son de otra historia que algún día nos contarán en la
calle de la misma forma como lo están haciendo sus colegas de Canal 9.
En Galeradas
La felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos
felices.
(Jacinto Benavente, premio
Nobel de Literatura en 1922.)