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EGÚN una ordenanza del Ayuntamiento de
Madrid, las comunidades de vecinos deben sacar los cubos de basura una hora
antes de que pase el camión de recogida y retirar los cubos quince minutos
después de que el camión haya retirado las basuras. De no cumplir con esta
norma, las comunidades pueden ser multadas, así como si dejan las bolsas de
basura en las aceras.
Si tenemos en cuenta
que el horario de recogida de las basuras comienza en algunos barrios de Madrid
a las siete y media de la mañana, las comunidades afectadas por este horario
tendrían que sacar los cubos de las basuras a las seis y media. Para que los
vecinos puedan cumplir con esta ordenanza se verían en la obligación de
contratar a una persona o proponer al empleado de la finca (previo acuerdo
económico) que madrugue para sacar los susodichos cubos. Aun así, muchos
vecinos, debido a sus horarios laborales, sólo podrán sacar la basura de sus
casas coincidiendo con sus vacaciones, o bien que adelanten su hora de
levantarse.
Por otra parte, con
la recogida de los cubos amarillos (los del reciclaje), el Ayuntamiento para
recortar gastos decide dejar en sólo tres días a la semana la recogida de estos
cubos y, por supuesto, con los mismos horarios. Por ello, los vecinos paganinis
no sólo tienen que quedarse con sus basuras, sino que también deben guardar en
sus casas los plásticos o envases, al tiempo que adquieren el síndrome de
Diógenes.
Hasta aquí los
hechos. Mientras, las autoridades, las agencias de medio ambiente, los
ecologistas y toda esa caterva que sólo aparecen en actos para salvar al mundo
y presumir de foto con Fulanito o Menganito, nos proponen que reciclemos
nuestras basuras, al tiempo que el Ayuntamiento, con ordenanzas difíciles de cumplir,
se frota las manos porque puede crujirnos con sus sanciones económicas.
Teniendo en cuenta estos
hechos, hemos realizado una encuesta de población activa por nuestro barrio,
que es uno de los afectados por los horarios establecidos por la señora alcaldesa,
y el resultado de dicha consulta ha sido dejar claro que no se cumplirá la
ordenanza municipal. Éstas son algunas de las respuestas que se reflejan en la encuesta ciudadana: se continuarán sacando los cubos de basura cuando a cada
comunidad le convenga. Si el camión ya ha pasado, se dejarán las bolsas en la
calle. El día que no haya cubo amarillo, se depositará la bolsa en los otros
cubos.
Tras los resultados
de la encuesta y para que el barrio no parezca un vertedero y los vecinos
puedan descansar mejor, se acuerda que la cordura se imponga al despropósito y,
por ello, continuar como se ha venido haciendo hasta ahora. Los cubos estarán
en las aceras a unas horas razonables y propias de una comunidad que trabaja y,
por tanto, las aceras permanecerán limpias. Esto, señora alcaldesa, se llama
sentido común; lo demás, es sentido recaudatorio.
Por eso, los
ciudadanos optamos, una vez más, por la sensatez al incumplir esta norma.