DESDE que conocimos el día que la infanta
Cristina declararía ante el juez Castro, dijimos que se iban a producir
noticias que solaparían el hecho de que la hija del Rey tenía que acudir al
juzgado en calidad de imputada.
Hace unos días era la
noticia de la destitución de Pedro J. Ramírez como director del diario El Mundo la que tomaba cuerpo en esta
especie de camuflaje real para “relajar” los días previos al esperado “paseíllo”.
Al día siguiente, era la presentación de la maqueta del nuevo estadio Santiago
Bernabéu, en cuya remodelación el Real Madrid se gastará 400 millones de euros,
la que se comentaba en la sobremesa.
Y como parece ser que
este tándem compuesto por una noticia sociopolítica y otra sociodeportiva da
juego para los comentarios más diversos en todos los estamentos de la sociedad,
ayer nos enterábamos de las cuentas familiares de la Casa Real tras anunciarlo
el Rey, y de nuevo hoy toca la noticia deportiva, pero en esta ocasión el protagonista
es el FC Barcelona que también renueva su campo, pero con una inversión de 600
millones de euros, no vayan a pensar en la capital que el club culé no tiene
dinero.
En cuanto a la
noticia por parte del Rey sobre los gastos asignados a cada miembro de la
Familia Real, nos parece que Juan Carlos ha cumplido con el anuncio que hizo en
su discurso de Navidad sobre la transparencia de los gastos en el Palacio de la
Zarzuela, aunque a nuestro entender esta claridad en los gastos debería haberse
producido mucho antes. Y continuando con esta transparencia, lo que nos
gustaría ahora es saber detalladamente cómo ha empleado cada miembro de la
Familia Real su asignación económica.
Que los ciudadanos
queramos saber con detalle estas cuestiones, entendemos que no es cotillear en
la vida de ninguna persona como esta mañana hemos escuchado a un destacado
periodista en una poderosa cadena de radio que comentaba la noticia; sólo es
saber en qué y de qué manera invierten el dinero público en palacio, ya que con
su peculio cada cual que haga lo que crea conveniente.
Hasta aquí podemos
decir que son temas serios, pero también estos asuntos tienen su pizca de sal y
pimienta. Cuando me enteré de que el Rey era quien asignaba la “paga” a su
mujer y a su nuera, sentí que la depresión que venía arrastrando desde que tuve
noticias de que las mujeres de ciertos políticos no saben lo que hacen sus
maridos ni dónde están se acentuaba, pues en mi caso es mi mujer quien me controla,
dispone y asigna las cantidades económicas y yo soy quien no sabe lo que hace
ella ni donde está. ¡Qué suerte tienen algunos!
Creo que lo mejor
será que visite a mi amigo Fede. Seguro que tiene algún remedio para esta
depresión.